
- Garantizar la calidad y la higiene de los materiales en contacto con productos de consumo humano, como la grifería, es esencial para proteger la salud y seguridad de las personas.
- Es crucial abordar la desigualdad en las condiciones de competencia entre los fabricantes europeos y los de fuera de la Unión Europea, quienes no están sometidos a las mismas regulaciones.
- Esta disparidad no solo afecta a la industria de la grifería, sino que también se extiende a otros sectores productivos, como han mostrado las protestas de los agricultores, especialmente en el sur de Europa.
En los ultimos años, hemos sido testigos de las numerosas protestas organizadas por agricultores de toda Europa, quienes han expuesto una serie de preocupaciones que, aunque en principio parecen estar centradas en el sector agrícola, son igualmente relevantes para otros ámbitos productivos. Estas problemáticas tienen su raíz en la desventaja competitiva que enfrentan los productores europeos, quienes deben cumplir con estrictos compromisos en materia de calidad, seguridad y respeto al medio ambiente, a diferencia de sus competidores fuera de la Unión Europea.
Los agricultores europeos, por ejemplo, deben cumplir con normativas que aumentan los costos de sus productos, mientras que sus competidores internacionales no están sujetos a las mismas exigencias. Este desequilibrio genera una competencia desleal, dificultando la competitividad de los fabricantes europeos y poniendo en riesgo la seguridad y las exigencias del consumidor final.
La importancia de las normativas para garantizar la calidad y la seguridad de los productos
En la actualidad, la salud y el bienestar de los consumidores son aspectos clave para los fabricantes de cualquier sector. Asegurar la calidad y la higiene de los materiales que componen los productos ha pasado a ser una prioridad para las empresas, especialmente aquellas que fabrican soluciones que entran en contacto con productos de consumo humano.
En el caso de las soluciones de grifería, que son esenciales tanto en hogares como en instalaciones comerciales y públicas, las normativas y certificaciones son el único método fiable para garantizar que estos productos cumplen con los más altos estándares de calidad e higiene.
Una de las normas más reconocidas es la EN 816 desarrollada por el Comité Europeo de Normalización (CEN) y trasladada a España por AENOR, la Asociación Española de Normalización y Certificación. Esta norma proporciona un marco claro y riguroso para evaluar la seguridad y calidad de las soluciones de grifería sanitaria. Grifos de cierre automático PN 10. Cumplir con estas normativas asegura que los productos hayan sido sometidos a pruebas exhaustivas y cumplan con los requisitos esenciales en términos de materiales, diseño y fabricación, protegiendo la salud pública y previniendo riesgos para los consumidores.
Por el contrario, los productos que no cumplen con las normativas adecuadas pueden representar una amenaza para la salud, al incorporar materiales tóxicos, fomentar la proliferación de bacterias u otros agentes patógenos, o carecer de la durabilidad necesaria, lo que puede causar accidentes o malfuncionamientos.
El riesgo de instalar productos que no cumplen con estas normativas es evidente: además de comprometer la salud y seguridad de los usuarios, esta práctica puede tener consecuencias legales y económicas. Los fabricantes y distribuidores que no cumplen con los estándares establecidos pueden enfrentar sanciones, demandas y pérdida de reputación, mientras que los consumidores se exponen a riesgos innecesarios, tanto físicos como financieros.
La desventaja de los fabricantes europeos en un mercado global
El compromiso de los fabricantes europeos con las normativas de calidad y seguridad es indiscutible. Sin embargo, este esfuerzo se ve contrarrestado por un problema que, aunque es ampliamente conocido en el sector, hasta hace poco era desconocido para muchos consumidores: la disparidad en las condiciones de competencia.
Mientras que los fabricantes europeos deben cumplir con normativas estrictas y pasar por costosos y exigentes procesos de certificación para garantizar la seguridad y calidad de sus productos, muchos de los productos importados desde fuera de la Unión Europea pueden eludir estas regulaciones. Esto les permite ofrecer precios más bajos, lo que crea un mercado que, aunque libre, resulta ser profundamente injusto.
Este desequilibrio no solo afecta la competitividad de los fabricantes europeos, sino que también pone en peligro la seguridad de los consumidores. Al optar por soluciones más económicas, los consumidores pueden no ser conscientes de los riesgos que implica elegir productos de calidad inferior, que no cumplen con los mismos estándares de seguridad e higiene.
Por todo esto, es fundamental eliminar esta disparidad en el mercado global, garantizando que todos los productos y soluciones que deseen competir en el mercado europeo cumplan con los mismos estándares de calidad y seguridad. Esto no solo protegerá la competitividad de los fabricantes europeos, sino también la salud y el bienestar de los consumidores.
Sobre Presto Ibérica
Con más de tres décadas en el mercado, Grupo Presto Ibérica es fabricante líder en grifería temporizada y sistemas de ahorro de agua. En constante crecimiento, esta compañía pionera en desarrollo tecnológico, comprometida con el medio ambiente y con gran presencia internacional, ostenta con orgullo el hito de ser la creadora del primer sistema de cierre automático para la grifería en España.
Actualmente, Presto Ibérica ha evolucionado en tecnología e innovación hasta convertirse en el único grupo español con tres empresas altamente especializadas en los diferentes segmentos del baño, fabricando soluciones y dispositivos de ahorro de agua para centros públicos (Presto), grifería de diseño para hoteles y hogares (Galindo) y ayudas técnicas y equipamientos adaptados (Equip). Su clave del éxito está en ofrecer soluciones integrales, aprovechando las sinergias que emergen de las tres marcas, a base de diseños innovadores, materiales robustos y a través de su sólida experiencia en el mercado de equipamiento.
A día de hoy, Presto es la primera marca en instalaciones colectivas. Sus productos han obtenido los más altos estándares de calidad internacional y están certificados oficialmente. De hecho, posee los únicos temporizados del mundo con Certificación N de AENOR y NF de AFNOR.
El grupo posee actualmente 3 plantas industriales en Madrid, Torrejón de Ardoz y Barcelona, donde se producen más de 500.000 unidades anualmente. Y desde donde se da servicio a más de 20 países en todo el mundo.